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Hermano Onésimo ( Adrien Saucier)


Adrien nació el 16 de junio de 1918 en Saint-Rémi, un pueblo de Bois-Francs. Su padre, agricultor importante de la región, fue comisionado de escuela y consejero, durante varios años. Su madre (Eva Ducharme) , era suave, buena, generosa para con todos, nunca perdió la oportunidad de dar buenos consejos a sus 14 hijos.

La atmósfera cristiana en la que vivía, no podía tener sino buenos efectos sobre su futuro, desde los 8 años.

Apenas 14 años de edad, ingresó en el juniorado de Arthabaska, el 29 de agosto de 1932. Tomó sus primeros votos en 1936 y tomó entonces el nombre de hermano Onésimo.

Se le ve sucesivamente como profesor en varios colegios, durante 8 años. Pronto viene una llamada que cambiaría su vida: el superior provincial le nombró como uno de los 5 fundadores de la misión en Chile. Adrien sólo tenía 27 años y se compromete a ir al exilio, no sin pensar en los riesgos de la fundación de una misión en el extranjero.

Ser misionero es, de alguna manera, morir para renacer en otro tipo de vida: nuevo idioma, nuevo clima, otros alimentos, hábitos y costumbres.

En febrero de 1946, el grupo está completo en Chile. La Escuela Ruiz Tagle está situada en un barrio obrero, el colegio está algo descolorido y además de dar unas clases, trabajar con el martillo y el cepillo, para gran sorpresa de los vecinos.

En 1949 se convierte en maestro de juniores y luego, profesor y director del Instituto del Puerto de San Antonio en 1951.

Allí vivió durante 15 años mejorando la disciplina, sino porque ha edificado unas construcciones durables. Para obviar el deslizamiento gradual del colegio, propio del arenal, construyó un edificio de hormigón armado, nueve salas, dos patios pavimentados. Nada pudieron los frecuentes terremotos.

En 1961, es elegido para formar parte del trío de los fundadores del Instituto Cauquenes.

Ellos vivían pobremente, pero la gente les hizo muestra de gran generosidad hacia ellos.

Debieron retirarse de este pequeño pueblo, pero les queda un gran consuelo, el de una vocación hermosa: el hermano chileno, César Gómez.

Adrien también hizo algunos años de permanencia en el Instituto Presidente Errázuriz de las Condes y el Instituto Abdón Cifuentes de San Felipe. En estas circunstancias tuvo el cargo de director de sos colegios o inspector de disciplina.

En 1975, el hermano Adrien logra un poco de respiro, cuando los superiores le ofrecieron una pasantía de varios meses de flrmación espiritual en Roma.

Obtuvo del Ministerio de Educación el reconocimiento de su idoneidad en francés y en matemáticas en el nivel secundario y de Monseñor Víctor Gambino, vicario para la educación, el permiso para enseñar catecismo en instituciones del Estado.

En 1980, el Ministerio de Educación le confiere el título de Caballero del mérito educativo y cultural “Gabriela Mistral”.

En 1985, el cardenal Juan Francisco Fresno lo condecora con la Cruz del Apóstol Santiago. El 14 de agosto de 1992, el Senado chileno a él y al hermano Rolland Roy, con la “nacionalidad por gracia” Hay que recordar que en toda la historia de Chile, este honor sólo había sido otorgado a unos 40 extranjeros.

El hermano Adrien dedicó 46 años a la educación de la juventud chilena, además de los 8 años que enseñó en Canadá.

“Tres decisiones importantes han marcado mi vida. La primera fue mi respuesta generosa y entusiasta a la llamada del Señor, en el Instituto de los Hermanos del Sagrado Corazón. La segunda fue mi SI al superior provincial que me anuncia mi obediencia para Chile. Y la tercera, tomada de acuerdo con mi superior regional fue dejar Chile por motivos de salud. ¡Cómo me ha costado! Cómo puede usted no amar un país tan rico en valores, belleza, gente agradable…Dios gracias a Dios por haberme elegido para establecer una rama de nuestro instituto en la tierra chilena y permitirme colaborar en la formación y educación de la juventud. ¡Viva Chile!”

El hermano Adrián falleció en 1904.


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