Durante bastantes años, hubo rivalidad entre los alumnos del Liceo Metropolitano y nuestros alumnos.
No supe qué pasó entre ellos, pero de pronto Carlitos llega corriendo diciendo que muchos alumnos del Metropolitano venían caminando por Federico Scotto, en dirección al liceo.
Tomé un cuaderno y me dirigí a la calle. Me enfrenté caminado hacia ellos, haciendo como que tomaba notas.
De pronto, los alumnos se detienen, se dan vuelta y corren hacia su colegio.
Yo, muy satisfecho, me doy vuelta para comentar con mis colegas y no había nadie. Había caminado más de una cuadra, totalmente solo.
¿Habrá sido el Hermano Policarpo quien me acompañó?