Padre Hurtado solidario
El "Mes de la Solidaridad" se conmemora en recuerdo de Alberto Hurtado Cruchaga, el Padre Hurtado, cuyo fallecimiento sucedió un 18 de agosto, hace 65 años.
Incansable, el Padre Hurtado salía todos los días en su camioneta verde a recoger a ancianos y niños abandonados para llevarlos al "Hogar" a tomar leche caliente y dormir en una cama limpia. Hoy, la institución que él fundó cuenta con decenas de hospederías, centros de atención de salud, casas de acogida para niños en riesgo social, formación de comunidades en campamentos... una gran tarea que se extiende por todo Chile, de acuerdo a los principios de su fundador [1].
El Padre Hurtado vio a Cristo en el pobre y él mismo fue otro Cristo para el pobre. Después de ver a Cristo en la calle creó un hogar para Cristo. Decía: “Tanto dolor que remediar: Cristo vaga por nuestras calles en la persona de tantos pobres dolientes, enfermos, desalojados de su mísero conventillo. Cristo, acurrucado bajo los puentes en la persona de tantos niños que no tienen a quién llamar padre, que carecen hace muchos años del beso de una madre sobre su frente. Bajo los mesones de las pérgolas en que venden flores, en medio de las hojas secas que caen de los árboles, allí tienen que acurrucarse tantos pobres en los cuales vive Jesús. ¡Cristo no tiene hogar!”. Al fundar el Hogar de Cristo, Alberto Hurtado hizo lo que creyó que Jesús habría hecho en su lugar.
En el Hogar, el P. Hurtado comió con los pobres, pasó la noche con ellos, les pidió perdón por no poder atenderlos mejor. Sobre todo, quiso que fueran tratados con dignidad. Poco antes de morir expresó un último deseo: “Que se trabaje por crear un clima de verdadero amor y respeto al pobre, porque el pobre es Cristo”. Poniéndose a la altura de los pobres, inspirándoles confianza, instruyéndolos con dulzura, el P. Hurtado esperó que algún día ellos salieran adelante por sus propios medios y ocuparan en la sociedad el lugar que les corresponde. [2]
Con su ejemplo de vida, el P. Hurtado despertó en muchos niños y jóvenes una conciencia social que con el tiempo se convirtió en un espíritu de servicio hacia los más necesitados. Asimismo, muchos niños recogidos del Mapocho, cuando adultos, sirvieron a Cristo en los más pobres, como es el caso de Jorge “Pollito” Alarcón, que se desempeñaba como nochero del Hogar de Cristo y cooperaba en el área de deportes para los adultos mayores del mismo hogar.
http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?ID=100927
Padre de los pobres. Jorge Costadoat sj