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Hermano Rolland Roy Maurissette


Hermano Rolland Roy Maurissette

1916-2007

Un hombre con una prestancia rápida y decisiva, que dejó una huella como hombre y religioso, tanto en Canadá como en Chile. Lleno de energía realizó su vida en darse a los demás, durante más de 90 años con entusiasmo y fe, dinamismo y solidaridad.

Nació en Sainte-Marie, en el corazón de Quebec, el 29 de enero de 1916. El se describe “más luchador que estudioso” en su juventud. Su familia constaba de dos muchachos y dos niñas. Su padre, Lucien, agricultor, fue concejal de la pequeña comunidad de 500 habitantes. Su madre, Anna, supo educar a sus hijos en el camino recto, ya que las dos hermanas se convirtieron en profesoras.

Rolland estuvo feliz de entrar en el juniorado el 27 de agosto de 1930, Es ahí donde encontró el gusto por el estudio y la lectura.

Su período de enseñanza en Quebec comienza en septiembre de 1934. Al principio era bastante tímido, pero más tarde, dirige a los niños del coro, los equipos de hockey y la Juventud Estudiantil Católica, con tacto y maestría.

Es por eso que nadie se sorprendió, cuando el hermano superior anuncia su nombre entre los felices fundadores de la comunidad en Chile. Tenía 28 años.

Los primeros meses de 1945 pasaron en la preparación del viaje y el estudio del español.

Era poco tiempo después del fin de la segunda guerra mundial; los medios de transporte eran poco numerosos, lo que explica que su viaje de New York a Buenos Aires durara 52 días. Viajaron en el barco “José Menéndez”. Fueron recibidos por los hermanos corazonistas de Montevideo y Buenos Aires a mitad de octubre.

A pesar de las instalaciones precarias de la escuela primaria Ruiz Tagle, los cursos comenzaron en marzo de 1946. Nuestro hermano, conocido ahora como hermano Luis, es el responsable del segundo año primario con 65 alumnos. Su residencia estaba a veinte cuadras del colegio. Eran también tiempos de exámenes oficiales a los alumnos, por profesores de la enseñanza pública que no eran necesariamente favorables a la enseñanza religiosa.

En 1949 toma la dirección del colegio de San Antonio. En 1953 llegó a ser el primer “gran novicio” de Chile.

Después de un viaje a Roma, vuelve a Chile y comienzan diez años de promoción de las vocaciones a través del país. Se dice que el hermano Luis fue el hermano más conocido de país. Conversador de velada, narrador nato, era un encanto escucharlo al regreso de sus viajes a menudo agitados.

Más tarde, en San Antonio, habiendo dejado la enseñanza, trabaja activamente con los presos y los enfermos de la zona, ayudado de numerosas colaboradoras, que el hermano llamaba su “fans club”

También fue distinguido por el Ministerio de Educación, el 30 de octubre de 1980, con la medalla Gabriela Mistral, el 26 de octubre de 1985, la Iglesia la Iglesia lo condecora con la Cruz del Apóstol Santiago. En fin, el 10 de septiembre de 1992, el Senado le otorgó, en reconocimiento por servicios sobresalientes en el país, la nacionalidad chilena. Un poco más tarde, en el mismo año, el municipio de Estación Central, lo declara “ciudadano ilustre”.

El hermano Rolando fue siempre de una hermosa sencillez en sus relaciones y en su estilo de vida. Su vestuario era muy modesto. No le agradaban las grandezas y se dejaba llevar por lo sencillo.

En 1997, tenía 80 años y decide no regresar a Chile. Su salud vacilante no le había permitido continuar con sus actividades.

El hermano César Gómez (chileno) dice: “Este hermano fue para mí, un ejemplo de vida, de fe profunda y de piedad que me han mantenido cerca del Señor. Qué decir de los años que viví en su compañía, especialmente en San Antonio….”

Un ex.alumno de San Felipe escribió: “Conocí a un hombre de Dios y hoy, en su partida, me siento responsable de rendir testimonio de mi fe en mi medio. El hermano Rolando creyó en el amor de Dios, lo vivió y lo extendió entre los pobres de mi país. Gracias, hermanito”


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