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Valor del mes de junio: La colaboración




La colaboración es ayudar y servir de manera espontánea a los demás, hasta en los pequeños detalles.


La colaboración se debe dar como una actitud permanente de servicio hacia el trabajo y la familia, pero también se puede ayudar a cualquier persona que lo necesite, pensando en todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, y viendo en los demás a su otro yo.


La realización de las personas está basada en la colaboración y el esfuerzo de otras personas.


La colaboración es posible cuando hay facilidad de desprendimiento; esto significa ser de espíritu generoso y este sentimiento produce un ambiente de enriquecimiento, respeto, apoyo y solidaridad. Además, es una actitud de mucha gratuidad, que nada nos exige, solo el querer hacerlo.


Colaborar es responsabilidad de todos, aunque facilitar el proceso requiere de trabajar la fortaleza interna. Mirar a otro con una actitud de amor y colaboración. Si cada uno aportara algo, se podrían hacer grandes actos a favor de los que más nos necesitan y esto hablaría de nuestro alto sentido altruista, haciendo la vida más digna y liviana a los demás.


Las personas serviciales viven atentas, observando y buscando el momento oportuno para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa, dispuestos a hacernos la tarea más sencilla. Las personas con espíritu de servicio tienen rectitud en sus intenciones y saben distinguir cuando existe una necesidad real. Tienen una mirada que ve más allá de la apariencia, siempre se interesa por el fondo, no por la forma.


Algunas veces el colaborar tiene que ver con nuestros deberes y obligaciones, pero necesitamos hacerlo, conscientes del deber de hacerlo, por ejemplo, cuando tenemos un calendario de evaluaciones y preparamos con tiempo nuestras obligaciones, colaboramos para que el tiempo con alcance; cuando ayudamos a nuestros padres sin que nos lo pidan, cuando el liceo nos llama a apoyar, con una campaña o colecta alguna necesidad, e incluso buscamos ayudar a alguien y hacemos conciencia a los demás, suscitando la colaboración. Darnos tiempo para hacerlo, nos permite a la familia vivir en armonía, al liceo vivir colaborativamente. Los hijos debemos estar al pendiente de las necesidades de la casa, al igual que nuestros padres lo están.


Podemos lograr la colaboración de nuestros estudiantes e hijos, si…


  • Les enseñamos a descubrir pequeños detalles de servicio en las cosas cotidianas: en el aula y en la casa.

  • Nos abstenemos de usar palabras que denigren, que podrían desalentarlos.

  • Les enseñamos a terminar las tareas oportunamente motivándolos por el deseo de servir.

  • Les enseñamos a brindar su ayuda de manera espontánea.

  • Usamos el tiempo libre para fomentar el espíritu de servicio y la creatividad.

  • Cambiamos actividades que tengamos para ayudar a la familia o a los demás cuando sea preciso.

  • Cuando hay un compañero disminuido o enfermo y necesite materias al día.

  • Enseñarles a ser sensibles cuando vemos a alguien decaído y un poco triste para apoyarlo


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